Sin lugar a dudas, la causa de alteración más importante en morteros y revestimientos murales es la humedad. La presencia de agua en sus diversas formas, juega un papel importante en el deterioro físico, químico y biológico de obras de fábrica, materiales cerámicos y pétreos.
Las infiltraciones de agua y los altos contenidos de humedad de los muros o cerramientos de las edificaciones, son causa y en ocasiones actúan como potenciador de muchos deterioros (ataques biológicos y alteraciones debidas a reacciones químicas producidas por la presencia del agua), a los que sólo prestando atención será posible impedir o reducir la formación de florescencias salinas.
Las repetidas infiltraciones de agua conducen a una concentración de los iones solubles en las zonas de evaporación produciendo diferentes cristalizaciones salinas. Estas cristalizaciones son sólidos cristalinos (solubles o no en agua) que se forman debido a fenómenos de migración y evaporación de agua. Para que se produzcan las florescencias es necesaria la presencia de tres fenómenos:
- Que alguno de los materiales usados en la construcción contenga sales en disolución.
- La presencia de humedad en la construcción. Las más habituales suelen ser la humedad infiltrada y aquella que se produce por capilaridad, aunque se pueden producir por algún otro factor (accidental, condensación intersticial, de obra).
- Transporte de las sales a través de los muros hasta que se produce la recristalización. Esta recristalización puede suceder en la superficie o en el interior del muro, dependiendo de la naturaleza de las sales, de la porosidad de los materiales y de las condiciones de evaporación.
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